La cuantiosa tropa parapolicial kirchnerista salió a interceptar colectivos y ponerle el bando gubernamental totalmente ilegal y autoritario. Uno de los actos de corrupción pública que se tenga memoria y a ésto los siervitos del poder le obedecen sin pensar, como siempre, si lo hicieran no podrían estar militando el rol de vigilantes del Estado. Pero vergüenza no tienen y decencia mucho menos. Prefieren dedicar el sábado a rogarle a los macristas que los voten.

Las máquinas cobra boletos del AMBA, fueron cargadas con la opción son subsidio y oficialmente, poniendo en las unidades además la denuncia de que a los votantes de Javier Milei se les podría cobrar sin subsidio un boleto de 700 pesos. Implementaron una tarifa ilegal en la operatoria del sistema, todo hecho con “tu” dinero para “su” campaña en un intento desesperado por separarse del desastre que generaron y echarle la culpa a quién sea de todas las desgracias. Ahora pelean por los intereses de los transportistas, pero los 133 que pagaron la tarifa sin subsidio fueron literalmente birlades una vez más por el Estado. Desfalcades por el odio peronista en su expresión máxima, cuando la ley poco les importa y la defensa de sus cajas, que mantienen a su legión de muertos de hambre, es la única ley. Se sienten transcendidos, sus muertos de miedo son héroes y se mantienen incólumnes, lejos de la verdad, la que los condena sistemáticamente.

“Corrigieron” el desastre que hicieron y se exponen a las denuncias que les caigan en unos días, pero esperan hacer lo mismo que los Macri y aprovechar el sábado a mendigar por el voto de los macristas que, al fin y al cabo son la misma porquería vasalla de la oligarKía y el imperialismo que ellos.

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