En este país corrido a la derecha como nunca, la Iglesia siempre puede sentirse cómoda con el Peronismo, ya que ambos son válvulas de escape de un sistema opresivo. Como dijera Marx en la “Introducción a la Crítica de la Filosofía de Derecho” de Hegel: “La miseria religiosa es, al mismo tiempo, la expresión de la miseria real y la protesta contra ella. La religión es el sollozo de la criatura oprimida, es el significado real del mundo sin corazón, así como es el espíritu de una época privada de espíritu. Es el opio del pueblo.” En esta frase histórica de Karl Marx, si reemplazáramos las palabras religión y religiosa por peronista y peronismo, la oración sería tan adecuada como la original sin mucho esfuerzo intelectual de parte de nadie.

Cuando la derecha del sistema necesita aplicar ajustes, masacrar ciudadanes o someter a las masas en general, el Peronismo y la Iglesia toman forma de pensamiento popular justificador de todas las atrocidades que se preparan a ejecutar.

Sabemos que el Estado se trasviste de Patria y la Iglesia de Dios para llevar a cabo las mayores tropelías y servir así al Capital cuando sea menester.

Hoy la Iglesia ocupa un lugar fundamental en el sostenimiento del régimen y no solamente la católica, también las iglesias evangélicas que están panchas recibiendo fondos del estado matancero para mantener a la gente sumisa en la militarización de sus barrios y la aplicación de las políticas de ajuste que el FMI exige.

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