Los programas robotizados de búsqueda y denuncia estatal nos han incluido en sus acciones de cyberataque como objetivo. Somos muy cuidadosos de los contenidos que publicamos, pero aún así no somos invulnerables al estado de ferocidad de las redes sociales al servicio de los estados a los que como toda gran empresa, sirven al control social.

Así las cosas, ya en mayo se le impuso una advertencia a nuestro sitio por un video de 2011 que mostraba que la ETA había dejado las armas. Sí, en mayo de 2023 nos llegó una sanción por prácticamente fomentar el terrorismo. En nuestra candidez, apelamos la decisión y recibimos una respuesta automática de YouTube que decía que la rechazaban la apelación. Tampoco dan muchas explicaciones, lo que indica que hubo rastreo de información vieja, y que lo único que habrían encontrado hasta el momento, era esta paparruchada que alguien denunció. Sabemos que ante los Estados la gente de YouTube es sumiso, devoto y dispuesto a darles pruebas de amor. Pensábamos que la cuestión quedaría allí, pero nos equivocamos.

La última avanzada sobre nuestro sitio fue haber censurado este 6 de julio un bloque de la Emisión Octava de El Heraldo Furioso por contener “desinformación médica”, según Youtube. Esta vez encontraron algo de hace dos años, inventaron que hacemos desinformación médica, cuando cualquiera que nos siga sabe que no brindamos información médica alguna en nuestros informes y simplemente hablamos y criticamos políticas estatales. Se nos prohibió publicar por una semana y se nos amenaza que de cometerse dos faltas más, pulverizarán nuestra cuenta. Si buscaron en un mes y medio videos de hace 12 años, imagínense que deberíamos revisar de acuerdo a las arbitrarias medidas estatales que se tomen al respecto del tema que sea. El Estado ya no tolera nuestras contenidos y no sabe más que inventar para acallarnos. Pero se las vamos a hacer muy, pero muy difícil, por lo pronto comenzaremos a evaluar la migración de este sitio hacia algún otro y evitar así los desplantes futuros por su seguidismo a los caprichos de los gobiernos y sus fuerzas de represión.

Esta medida del Estado argentino solamente producirá demoras y la tomamos como parte de la violencia, tan habitual, como imperdonable de esa institución garante del orden y de las ganancias de las empresas. Habrán visto que somos tan comunicativos como ustedes pretendan que no lo seamos y que, como el agua llegaremos siempre a destino.

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