Fue otro de los falsos “Operativo Clamor”, ni más ni menos que eso. De nuevo la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, convocó a su militancia y empleados, sobre todo, a que le grite “Cristina Presidenta” y nuevamente dejó todo en la nada, no sin antes autoelogiarse como de costumbre mientras se daba el gusto de ver a su gente mojándose para decirles absolutamente nada. Su ridículo ya es divertido: aburre y mucho.

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