Las reacciones en Juntos por los Cargos
En Juntos por el Cambio todo fue alborozo por la decisión de la Corte, las celebraciones de esta gente, tan sospechosas como desmedidas, tanto que podrían caber en el delirio kirchnerista (también su sueño desde la época de Menem) del “Partido Judicial”.
Esta gente reaccionó antes que el oficialismo, apoyando la decisión de la Corte de suspender las elecciones en dos provincias. “Hicieron propia” tal resolución, tan es así, que la Presidenta del PRO, Patricia Bullrich, aseguró en su cuenta de Twitter que “les frenamos las re-reelecciones a Manzur y Uñac”.
Si bien el PRO hizo una de las presentaciones o tuvo participación en ella, no fue ni Juntos por el Cambio ni ningún partido el que frenó, menos el delirio de Bullrich de frenar ninguna re-reelección de nadie, lo que no sabemos si en definitiva ocurrirá.
El tweet de Bullrich sirvió de cazabobos, dejando el flanco del “Frenamos” para que los Brancatelli, los Brissio, los Página/12 de la vida y demás mentecatos parapoliciales pusieran su poco preciso y dañado ojo en ello.
Casi una hora después de la posición de brutalidad ultra de Bullrich (tal el rol que se tomará en el presente y el futuro la Presidenta del PRO), fue el turno del Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mostró un perfil más moderado, propio de las derechas europeas y con la hipocresía que conlleva inmersa ese discurso característico aseguró que: “Nadie está por sobre la Constitución, esa es la regla fundamental de nuestra república. La decisión de la Corte es la que corresponde a un país que respeta la legalidad. Hay que abandonar para siempre los intentos de violentar las reglas electorales provinciales para perpetuarse en el poder.” Increíble leer estas palabras de Larreta que hace unos días nomás se pasó por las partes la decisión del Poder Judicial de la Autónoma de parar una construcción que expresamente se le solicitó.
La diferencia entre Larreta y Bullrich sobre el particular es simplemente en las formas y responde a que ambos quieren llegar a los electorados por diversas vías y que al igual que sus rivales en el poder, obedecen y desobedecen las resoluciones judiciales a su completo y soberano antojo y atendiendo como de costumbre al negocio de los que menos necesitan que son los que financian sus cómodos e insultantes estándares de vida.
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