El grado de informalidad en la que se ha manejado el Director del INDEC es una muestra de que solamente está en su cargo para justificar todo, que no tiene ni idea de estadísticas y mucho menos de censos, como lo ha demostrado en su gestión. No vayan a pensar que el señorito no va hacer kirchnerismo explícito, no puede evitarlo.

De entrada recurre a decir que que estaba de acuerdo con los cambios hechos por el INDEC, pero que vuelve todo para atrás por la controversia ocasionada. Para él no estuvo nada mal, es culpa de los otros que no lo comprenden. Si no fuera por que ni los propios le creyeron sería una buena excusa, muy de manual y totalmente inútil como control de daños.

En un segundo tweet insiste en que la culpa es del Gran Bonete o del otro que malinterpreta sus magnánimas intenciones y que por ello pone en duda la integridad de los equipos técnicos. No lo habíamos pensado, pero ahora que Lavagna lo menciona, le decimos que no ponemos en duda nada por esto y que los equipos técnicos del INDEC son más sospechosos que la elección de la AFA de diciembre de 2015 desde siempre.

Sacó un tercer tweet de forma confirmando que las estadísticas en la Argentina gozan de “total normalidad” y, usando la Doctrina Macri, aseguró que aquí nada ha pasado.

Otra “viveza” del Cabaret de Todos que puede considerar como una victoria, ya que nadie pagará por esta basura que no faltará que algún termoperonista la llame una “jugada maestra” y a Lavagna “un genio”.

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