El anuncio del desdoblamiento concurrente de las elecciones muestra que Rodríguez Larreta se pasa, como buen referente del PRO, las buenas formas por las partes, cuando lo importante es ganar y aplastar a quién sea. La hipocresía de Horacio Rodríguez Larreta supera a la de muchos políticos argentinos, está jugando un horrendo rol al que le agrega un divismo supremo al tomar decisiones para reírsele en la cara a Mauricio Macri, a quien llena de elogios, pero sonando más a la despedida de un muerto. Macri ya fue para Larreta y considera que este es su tiempo de ejercer el poder en su entero beneficio y mostrar que es el macho alfa de esa piara de jabalíes a la que llaman PRO.
Resulta que el señorito Jefe de Gobierno hace unos meses y cuando los delirantes del Frente de Todos querían suspender la PASO, era él mismo el que decía que no había que cambiar las reglas de juego a poco tiempo de una elección y que sí se podían evaluar a futuro.
¡Pero si Don Horacio no me deja mentir!
¡Vamos a ver que decía Larreta en septiembre de 2022!
Así las cosas, es claro que este caballero tiene memoria de siete meses, ya que él mismo cambia las reglas de juego electorales a pocos días de las elecciones, riéndose y usando un hecho institucional como una cuestión proselitista. Esto es inconcebible para cualquier persona de bien, que no es el caso de la gente del PRO.
¡Que busquen excusas! Igualmente, y como ya es costumbre, nuestro hipócrita mandamás las tiene y de sobra, ya que de ellas ha sobrevivido.
Un auténtico rey de traidores y la traición parece ser una condición sine qua non para llegar a la Rosada. En ese sentido Larreta está en el camino correcto de la perfección para llegar a la cima, decapitando a quien se le cruce en ese camino, aunque sea el mismo Mauricio Macri.
Nada va a pasar, se van a tirar insultitos porfis porfis y luego seguirán Juntos por los Cargos, Juntos por las Cajas.
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