El Kontrol de daños es el arte de procesar y desviar el impacto de las malas noticias, algo que los kirchneristas hacen muy seguido, debido a que la contradicción entre su discurso y su acción es abismal e insostenible. Tomamos el caso del incidente de General Paz y Ruta Nacional 3 y la reacción sobre el mismo por el medio parapolicial por excelencia: C5N.

El buen parapolicial conoce tres vías para sacarse del medio las malas noticias (ya que las mismas son moneda corriente) y son muy simples de entender aún para esta gente.

Las tres vías del Kontrol de Daños Peronista:

• El enemigo no merece ni Memoria, ni Verdad, ni Justicia. La posverdad es la rectificación de la idea que el general les expresara y que está al alcance de las seseras que deberán obedecerlo.
• El enemigo es siempre el principal y único culpable de todos los males de este mundo y cuanto menos poder tengan esos enemigos más implacable se debe ser.
• No dejar de publicar la primera posición en favor de que todo es mentira o se trata de una conspiración para debilitar el modelo y que todo aquel que no reconozca como única verdad la mentira de Kontrol es el enemigo y no merece ni Verdad, ni Memoria, ni Justicia.

Repasadas estas tres vías básicas que todo parapolicial debe manejar, pasemos a la cronología del caso práctico que demuestra lo evidentemente ineficiente que es que una política de control de daños sea manejada por una fanaticada demasiado emocionada y carente de materia gris, por definición. Tal el elenco con el que cada día salen a falsear esa cueva de pirañas que es el Cabaret de Todos.

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