Ningún Estado de ningún país debería estar cerca de los recursos vitales de otro país, mucho menos que una estatal israelí Mekorot controle el agua de cinco provincias es poco menos que dar por terminada toda idiotez que pregonan sobre soberanía nacional y que el sionismo y que bla, bla, bla. A nosotros no nos sorprende esta nueva entrega, ni las muchas que habrá aún en su obsesiva necesidad de billetes verdes, que proyectan sobre una sociedad que solamente la padece.

Wado de Pedro, como Ministro del Interior y casi delegado oficial de Cristina Kirchner, salió a mostrar que el lujoso estilo de vida tiene un precio muy caro que recae sobre las espaldas del Pueblo, siempre. El elenco de la emperatriz hace tierra arrasada, muchas promesas y favores aún impagos, a los que se los percibe muy apocalípticos en cuanto a su día de pago. Ya están en la puertas de sus casas, gente.

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