En el arranque del segundo bloque nos dedicamos a enunciar las nuevas medidas que la Ciudad Autónoma, la Provincia de Buenos Aires y la Nación se disponen a tomar para atravesar la pandemia, más control social, más concentración de capital, más inversión en palos y control social y ni hablar de pagar el bono que el bocón del Presidente prometió después de tirar la burrada que el personal de salud se relajó.
Luego, te vamos comentando como el tema de la pandemia y las vacunas mostró la más abyecta hipocresía del poder que, al tiempo que se expresaba en contra de su uso proselitista, no paraba de usar la cuestión para ese fin.
En este mar de contradicciones, el Gobierno cambió de ideas y obsesiones en 15 días a una velocidad menemista. Sin dejar de beneficiar a su Zar de la Pandemia, el empresario Hugo Sigman, ametralló a la oposición acusándola de visitadores médicos de Pfizer. Hasta movió toda su estructura de alKahuetería y repetición a tal efecto. Tanto que hasta el Bufón de Estado, Ignacio Copani, salió en los medios adictos a régimen a lucir una de sus cancioncitas serviles. Por si no nos creen, vean esta nota del correveidile paraestatal llamado Página/12.
Como suele pasarle, los sinvergüenzas del poder están más silenciosos que el humor de Eameo desde diciembre de 2019, ya que la estigamatización de la vacuna de Pfizer y las acusaciones descaradas del kirchnerismo a todo el que no comulgue con el Gobierno, se fueron diluyendo y desde la Presidencia de la Nación fueron arriando las banderas patrióticas y bajándose los pantalones, llegando a pedir limosna de vacunas a los Estados Unidos y ofreciendo por DNU (sí, otro DNU y van…) concesiones inigualables de impunidad para los empresarios imperiales de la salud imposibles de igualar por la más vil de las republiquetas bananeras.
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