Primer espectáculo de bataclanería electoral del Cabaret de Todos

El documento emitido por la Mesa Electoral:

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El documento emitido por la Mesa del Frente de Todos, titulado “Democracia sin proscripciones. Unidad para transformar”, expresó de entrada que la culpa del descalabro de su Gobierno es de cualquiera menos de ellos, que siempre son víctimas de poderes que no pueden controlar. Una auténtica cucharada más de moco a la que nos tiene acostumbrados el discurso de esta gente que representa los intereses de los que más tienen de acá y de afuera del país. Y en el cinismo habitual declaran que son esos poderes los afirmando que “El mayor triunfo de los poderes concentrados es someter a la sociedad en el desánimo y en el enojo, en la frustración y el descreimiento. Quieren convertir una situación global muy adversa en un fatalismo del que no hay salida”. Y sí, insisten en que el Pueblo tiene problema mental que les crea crisis, fomentado por los mismos sectores que les aseguran los altos estándares de vida de sus dirigentes, mientras la población se sumerge en un hambre que niegan o del que se desentienden siempre.

El texto sigue pidiendo que se acabe la proscripción imaginaria a Cristina Elisabet Fernández y retoma la cínica afirmación de que se enfrentarán a otro modelo de país que ellos definen como de derecha. Insisten en posicionarse en un lugar cuyas acciones gubernamentales los desmienten a diario. Son los cultores de la posverdad, el eufemismo que usan para referirse a sus mentiras y farsas. Insisten desde ese lugar ficticio que la unidad es necesaria para que no vuelva la derecha. Y sí, a esta altura el píloro hace esfuerzos por resistir.

En el final varios párrafos de guitarreo agridulce cierran con unos acordes de lo que nunca hicieron ni nunca harán, diciendo “El Frente de Todxs, unido, reafirma su orgullo por las luchas y los logros del pasado; su compromiso con este complejo presente; y su voluntad indeclinable de construir una patria libre, justa y soberana”. Para reir o para llorar, el Cabaret de Todos se sigue definiendo como una facción de poder y nada más, aunque la tendencias al egoísmo de sus dirigentes los hace ver poco menos como unos ciclotímicos consuetudinarios.

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