El Jueves 6 de marzo, la Ciudad de Bahía Blanca y sus aledañas han sufrido la caída de casi 300 milímetros de precipitaciones, produciéndose inundaciones que la han puesto en emergencia y de allí, como es costumbre, surgieron los contrastes entre la actitud solapadamente irrespetuosa de los políticos y sus parapoliciales y tinterillos, que no pudieron ver ni creer lo rápido que la civilidad se organizó y aún se organiza en cadenas solidarias, lo que los obligó a mover el upite a todos y todas y más en un año electoral. Cada vez es más notorio el descreimiento de la sociedad civil argentina en el Estado y cada vez menos confianza le tiene respondiendo ante catástrofes, que no creemos que sean naturales ni fortuitas como nos quieren hacer ver los que buscan caranchear en medio del dolor.